Viviendo con el Alzheimer, cómo volver atrás

 ¿Quién pensaría que lavarse los dientes es tan importante?.  Siempre creí que la salud bucal era un tema estético y de buena convivencia, para poder sonreír a los demás con seguridad. Pero no es solo eso. La salud de la boca está totalmente relacionada con la salud del cerebro, ya que las infecciones no diagnosticadas como la gingivitis, causan inflamación en el cerebro y como consecuencia aumentan el riesgo de declinación cognitiva, si además tienes el gen APOE4 , aumentas mucho más la probabilidad de tener Alzheimer.  Por otra parte las tapaduras antiguas de amalgama, contienen mercurio, que es un metal pesado que daña también el cerebro. Las infecciones en los dientes y posteriormente el tratamiento de conductos pueden tener consecuencias negativas, ya que una nueva infección no la vamos a percibir, el nervio está muerto, por lo que no sentiremos dolor,  pero  las bacterias pueden estar dañando nuestro cerebro.  Ante todas estas noticias uno se pregunta...

 En el reporte de 46 páginas que me entregó el dr Gupta, sobre el diagnóstico y el tipo de Alzheimer que tiene mi marido (de eso hablaré más adelante), hay un gráfico en el que se muestran todas las variables que influyen en la salud del cerebro. una de esas variables son las relaciones sociales.  Estar en contacto con otras personas es fundamental ya que el ser humanos es ante todo un ser social, que se desarrolla y crece en contacto con otros. Estar con los hijos, los nietos, los parientes y amigos es maravilloso para todas las personas, pero especialmente para aquellas que tienen esta enfermedad. Esta pandemia ha sido muy difícil por esta razón, no poder ver a las personas y tener solo un contacto virtual, que si bien ha sido muy bueno, nunca reemplaza el contacto personal. Por eso pienso que la protección de los adultos mayores debe considerar este aspecto, sin contacto real, las personas languidecen y se les hace difícil sobrellevar este encierro. A veces por protegerlos ...

  Vivimos en un país en que la gran mayoría somos poco aficionados al ejercicio, cada vez nos hemos vuelto más sedentarios y eso nos pasa la cuenta.  El tener habitualmente alguna actividad física es fundamental para la salud  en general y para la salud del cerebro en particular. El ejercicio ayuda a bajar los niveles de cortizol generados por el stress, que también es uno de los agentes inflamatorios del cerebro; ayuda a mejorar nuestro metabolismo y con eso la salud cerebral y además nos fortalece muscularmente para tener una buena calidad de vida en la última etapa de la vida.  El protocolo Bredesen te pide al menos 30 minutos de caminata diaria, si uno no está habituado, no es necesario hacerla rápido, pero tampoco tan lento. caminar como si uno tuviera que llegar a tiempo a un lugar es decir paso constante, y decidido. No como si se estuviera vitrineando en el mall. Si es posible es recomendable agregar a la caminata unas dos o tres veces por semana ej...

 Lo primero que hicimos con mi marido fue el cambio de dieta, tuve que hacerme un lavado de cerebro para sacar ingredientes típicos de la cocina, las pastas, el pan con gluten, el queso, los lácteos y por supuesto el azúcar en todas sus formas,  porque lo recomendado es endulzar sólo con Stevia 100% pura; los otros endulzantes también provocan una reacción glicemia en el cuerpo.  Uno piensa y ¿qué cocinaré hoy? todo lo fácil y habitual no es lo recomendado. Empecé a buscar en internet recetas con verduras, de todo tipo, crudas, salteadas, asadas, cocidas, en puré etc y resulta que hay una variedad inmensa de cosas que se pueden comer y son ricas. Por ejemplo odiábamos el brócoli y la berenjena, pero después de buscar algunas recetas buenas, y probarlas terminamos gustando de estos nuevos sabores.  Lo más difícil es dejar el azúcar, nuestra cultura está centrada en la hora del té, o la once, que es todo lo que no podemos comer. pan, cosas dulces, queso y jamón o embut...

Luego de haber leído el libro del doctor Bredesen, hicimos un listado de los aspectos que teníamos que cambiar en nuestro día a día. Se trata de incorporar un estilo de vida saludable  que contempla variados aspectos: alimentación, ejercitación física, estimulación cognitiva, relajación, vida social, aprendizajes nuevos etc. Parecía un mundo de problemas, ya que a nuestra edad es difícil cambiar tantos hábitos de golpe. La alimentación era el punto más arduo, ya que significaba dejar montones de cosas que nos gustaban. Pero como dice el refrán un camino de 1000 kilómetros comienza con el primer paso. El primer paso fue hacer una dieta sin gluten, sin azúcar y sin lácteos, gracias a Dios tengo la Thermomix y me ayuda muchísimo a buscar recetas y cocinar sin problemas. Además incorporamos las caminatas diarias de 30 minutos al comienzo para llegar a 45 minutos después, y comenzamos con el ayuno intermitente de 16 horas para ayudar a que el mismo organismo vaya destruyendo las placas ...

 Hace más de un año, recibí la noticia que mi marido tenía la enfermedad de Alzheimer en sus primeras etapas. Esto fue gracias a los talleres de estimulación cognitiva de la Universidad de Valparaíso a los cuales asistíamos con mi marido.  El primer síntoma fue que los ejercicios de memoria se le hacían muy difíciles, Begoña Góngora, la gestora de los talleres me indicó que se le harían varios test psicológicos a mi marido para determinar el alcance de su deterioro cognitivo. Alonso Ortega el psicólogo le realizó una completa batería de exámenes  y me entregó un acabado informe que llevé al neurólogo que me recomendaron. Este médico nos solicitó un scanner de cerebro y con eso se confirmó el diagnóstico. Mi marido tiene Alzheimer. En Chile en este momento es una enfermedad que no tiene ninguna posibilidad de revertirse, ni siquiera atrasar su aparición. El doctor nos recomendó dieta mediterránea, ejercicios mentales y físicos y armarnos de paciencia ya que esto iría empeo...