La esencia de cada persona
Hace tiempo que no escribo nada en este blog, no es porque haya perdido la esperanza, ni porque estoy triste, es porque no tenía nada importante que comentar.
Sin embargo, pese a la aparente rutina de cada día, hay cambios sutiles y enseñanzas ocultas que nos muestran, si uno las quiere ver, las personas con Alzheimer.
En estos últimos meses, los cambios son sobre todo en la memoria, la retención de hechos recientes es mínima, solo de pocos minutos, pero a pesar de eso el recuerdo de las personas que son importantes en la vida permanece todavía, los nombres a veces se confunden y muchas veces le cuesta recordar el grado de amistad o parentesco. Pero el hecho que es una persona importante y significativa en la vida permanece. Esto me hizo pensar en lo que es el alma humana, eso que nos define y permite que cada uno sea una persona única, donde radica toda la dignidad humana. Eso no se altera con la enfermedad, su cualidad personal queda intacta, puede ser que no se logre comunicar como antes, que no se manifieste de la misma manera, pero la persona conserva esa identidad única que lo hace ser una persona en toda su dimensión.
Muchas veces me impresiona algunos comentarios que hace respecto a la actualidad o a algo que le cuento, porque aunque luego no lo recuerde, lo que me comenta es una opinión propia, totalmente acorde a su personalidad, sigue siendo el mismo de quien me enamoré a los 17 años y el 22.
Es tan importante en el trato con las personas con Alzheimer considerar que son personas con la dignidad que ello conlleva, que por su salud no son capaces de recordar, pero si son capaces de sentir, de amar, de alegrarse o entristecerse de acuerdo a lo que sucede. Considerar que siendo enfermos también contribuyen a la humanidad, nos humanizan, nos hacen mas pacientes, mas realistas, y nos ayudan a vivir el presente, sin una añoranza por el pasado y sin sueños irrealizables en el futuro. Miramos cada día como una oportunidad para amar, para disfrutar de lo que el día nos depara, para agradecer el estar vivos y percibir el amor en los demás, realmente aprendemos a vivir mejor.
El vivir hacia otro u otros, nos mejora como personas y nos hace más útiles. es una oportunidad que debemos aprender a valorar.
Que es cansador, ¡por supuesto!, tal como es cansador educar los hijos, como lo es trabajar, como lo es vivir, ¡todo es cansador!, pero es un cansancio que vale la pena, nos convertimos en mejores personas.
Gracias por tomarte el tiempo de escribir, desde tu perspectiva, lo que es convivir con una enfermedad dura. Muchas veces nos dejamos abatir por nuestras propias cruces, y verte con alegría y esperanza (no excenta de dolor, leí el artículo de la Paulina Urrutia respecto a su marido), ayuda mucho. Un beso
ResponderBorrarUn gran abrazo Carmen especialmente para ti y otro para Olivier
ResponderBorrarSon los dos tremendas personas a quienes quiero mucho. Lindas palabras!
ResponderBorrarQue bellos pensamientos, Olivier cuenta con una gran compañera de vida. Asi su condición se hace más amable. Un abrazo para los dos
ResponderBorrarLa pura verdad y qué bueno que es así.
ResponderBorrarGran reflexión querida Carmencita ¡¡¡ Te mando un 🤗 abrazo, para los dos ¡¡¡
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